Sin saber absolutamente nada sobre esta aventura, me la traigo a casa por cortesía de Micromanía... total son cuatro euros, muy mala tiene que ser para no valerlos... un país imaginario, animales exóticos, aventuras, peligro, misterio, y un leopardo negro como la noche. Son los ingredientes que hacen apetecible esta aventura, que se empieza a jugar con muchas ganas, y sorprende por la exquisitez de los decorados, aunque poco a poco el interés va decayendo a medida que nos vamos tropezando con las diversas y extensas partes negativas del juego, que acaba siendo soporífero como poco.
Como andaba diciendo, lo primero que sorprende son los bonitos decorados del juego. Amplias y majestuosas estancias que recorrer mientras nuestra amnésica y confundida protagonista intenta averiguar un poco sobre si misma y el mundo que la rodea. A la vez que esto ocurre, los confundidos seremos nosotros, cada vez más, al descubrir que aparte de mirar los decorados, poco más hay que hacer en ellos. No hay más cosas interactuables que las justas y necesarias para avanzar en la aventura, ni comentarios de la protagonista, ni siquiera la posibilidad de observar a nuestro alrededor, con lo que las acciones del juego se resumen a coger cosas y utilizarlas en el lugar correcto con otras cosas. Esto último no nos generará duda, ya que en cualquier caso, no habrá más lugar donde utilizar los objetos que el adecuado.
Volviendo, con cierto esfuerzo, a la parte gráfica, cabe destacar las secuencias de video, perfectamente integradas en el juego, de gran calidad, y que son sin duda lo mejor de la aventura, por abundancia y variedad, y por ser los únicos momentos en los que ocurre algo mínimamente emocionante, dando algo de dinamismo a la aventura, aunque insuficiente. En general, y dejando ya este apartado, se puede decir que la parte gráfica es la mejor del juego, junto con la sonora, que cumple su papel en todo momento, aunque no se luce. El resto es un cúmulo de razones para no jugarlo.
Ya he comentado brevemente el interface. A esta evidente falta de acciones se le puede sumar el hecho de que el cursor no varíe apenas al pasarlo sobre un objeto utilizable, y que estos puntos son a veces caprichosos, llegando a no saberse exactamente sobre qué estas haciendo click hasta oir la explicación o ver el resultado. Y esto no siempre, porque los comentarios, al igual que todos los diálogos, el guión entero del juego, parecen haberse escrito por un telegrafista al que le cobraban cara cada palabra. Multitud de frases "estandar" que se repiten cientos de veces a lo largo del juego, momentos en los que se explica con una frase algo que nos pilla totalmente desprevenidos... ejemplo: tras subir a un barco, intentamos entrar por una puerta, y el comentario es "no puedo, hay demasiados monos". Obviamente no podemos mirar, solo realizar la accion por defecto de entrar, por lo que no entendemos a que se refiere, por qué hay monos, o por qué el hecho de que el barco esté abarrotado de monos que impiden el paso no sorprenda en absoluto, por su constante tono de voz, a la aventurera. Quizá haya jugado a Monkey Island...
La falta de información es una constante a lo largo de todo el juego, haciendolo tedioso, monótono, aburriendonos más a cada diálogo, y haciendonos desear que acabe, al enos, con un buen video al final. No es asi. No voy a contar el desenlace, obviamente, pero sí diré que es el peor final que he visto en una aventura, y que probablemente fue escrito por los monos del barco, porque de otro modo no me lo explico. Decepcionante es poco para este final, al que llegas ya asqueado por lo insulso e incluso molesto de los puzzles finales, que van a peor, y por lo cansino y repetitivo de los retos del juego en general. Porque los puzzles son todos iguales. Mecanismos, puzzles y palancas, y nada más.
No voy a extenderme porque no me saldrá nada bueno. Solo decir que me he encontrado un juego decepcionante, hecho con desgana, por hacer, en el que lo más interesante es el menú de inicio con su leopardo. No sabría decir si el juego vale los cuatro euros que me gasté, revista incluida. Lo increible es que en algun momento se vendiera sin ella.